jueves, 4 de diciembre de 2014

Las consecuencias perversas de la Modernidad - BERIAIN

ESCUELA SUPERIOR DE POLICIA
GRAL ALBERTO ENRIQUEZ GALLO
NOMBRES: KDT Bravo Maldonado Francisco José, KDT. Vinueza Vera Jeam Carlos
CURSO: Primero L
FECHA: Miércoles 19 de noviembre de 2014
MATERIA: Bioética

ENSAYO de Las consecuencias perversas de la Modernidad - BERIAIN
La modernidad es un prodigio de doble filo. El progreso de las instituciones sociales modernas y su expansión mundial han creado ocasiones enormemente mayores para que los seres humanos disfruten de una existencia más segura y recompensada que cualquier tipo de sistema premoderno. Pero, la modernidad tiene también un lado oscuro que se ha puesto de manifiesto en el presente siglo. El coste de oportunidad de la modernidad: fomento de fuerzas productivas: destrucción del medio ambiente, uso consolidado del poder político: absolutismos, desarrollo del poder militar: industrialización de la guerra.
En las culturas premodernas la estimación del tiempo vinculaba siempre, el tiempo con el espacio y era normalmente imprecisa y variable. El invento del reloj mecánico y su difusión a todos los miembros de la población (a finales del siglo XVIII), fueron de crucial importancia en la separación del tiempo y el espacio. Aspectos importantes fueron la homologación mundial de los calendarios y la estandarización del tiempo a través de distintas regiones. El vaciado temporal es una precondición para el vaciado espacial. El desarrollo del espacio vacío puede entenderse en términos de la separación del espacio y el lugar. El advenimiento de la modernidad paulatinamente separa el espacio del lugar al fomentar las relaciones entre los ausentes localizados a distancia de cualquier situación de interacción cara-cara. En las condiciones de la modernidad, el lugar se hace crecientemente fantasmagórico, es decir, los aspectos locales son penetrados en profundidad y configurados por influencias sociales que se generan a gran distancia de ellos. Lo que estructura lo local no es simplemente eso que está en escena, sino que la forma visible de lo local encubre las distantes relaciones que determinan su naturaleza.
Todos los seres humanos se mantienen rutinariamente en contacto con fundamentos de lo que hacen, como elemento esencial del mismo hacer (Control reflexivo de la acción).La tradición es una manera de integrar el control reflexivo de la acción con la organización del tiempo y el espacio de la comunidad. Para entender la tradición, distinguiéndola de otros modos de organización y experiencia, es necesario penetrar el tiempo-espacio en una manera que sólo se hace posible con el invento de la escritura. La escritura expande el nivel de distanciamiento entre el tiempo y el espacio y crea la perspectiva del pasado, presente y futuro, en la que la apropiación reflexiva del conocimiento puede poner de relieve dicha tradición. Sin embargo, en las civilizaciones premodernas, la reflexión está todavía limitada a la reinterpretación y clarificación de la tradición, de tal manera que en la balanza del tiempo, la parte del pasado tiene mucho más peso que la del futuro. La rutina de la vida cotidiana permanece enlazada a la tradición en el viejo sentido. Con el advenimiento de la modernidad, la reflexión toma un carácter diferente. La rutina de la vida cotidiana no tiene ninguna conexión intrínseca con el pasado. La reflexión de la vida social moderna consiste en el hecho de que las prácticas sociales son examinadas constantemente y reformadas a la luz de nueva información sobre esas mismas prácticas, que de esa manera alteran su carácter constituyente. Todas las formas de vida social están en parte constituidas por el conocimiento que los actores poseen sobre las mismas. Sólo en la era de la modernidad se radicaliza la revisión de la convención para aplicarla a todos los aspectos de la vida humana, incluyendo la intervención tecnológica en el mundo material. Nos encontramos en un mundo totalmente constituido a través del conocimiento aplicado reflexivamente, pero en donde al mismo tiempo nunca podemos estar seguros de que no será revisado algún elemento dado de ese conocimiento. La modernidad es en sí misma profunda e intrínsecamente sociológica. El aumento de nuestra comprensión del mundo social podría producir una progresiva y más clara comprensión de las instituciones sociales y de esta forma, incrementar el control tecnológico sobre las mismas, si fuera bien que la vida social estuviera completamente separada del conocimiento que se tiene sobre la misma, bien que ese conocimiento pudiera filtrarse continuamente en las razones para la acción social produciendo un paulatino aumento de racionalidad en la conducta humana, en lo que respecta a necesidades específicas. Las dos circunstancias se quedan bien lejos del impacto totalizador en que insiste el pensamiento heredado por la ilustración. Y esto es debido a la influencia de cuatro conjuntos de factores: uno es el poder diferencial: la apropiación del conocimiento no se da en forma homogénea sino que frecuentemente es aprovechable diferencialmente por quienes están en posiciones de poder, que pueden colocarlo al servicio de intereses parciales. La segunda influencia hace referencia al papel que desempeñan los valores. Los cambios en el orden de valores no son independientes de las innovaciones en la orientación cognitiva creada por las cambiantes perspectivas sobre el mundo social. El tercer factor es el impacto de consecuencias no previstas. La cuarta influencia es que el conocimiento de ese mundo contribuye a su carácter cambiante e inestable. La índole reflexiva de la modernidad que atañe directamente a la incesante producción de autoconocimiento sistemático, no estabiliza la relación entre el conocimiento destinado a las acciones profanas.
La modernidad no es sólo inquietante por el hecho de la circularidad de la razón sino porque en última instancia, la naturaleza de esa misma circularidad es enigmática. La utilización de la historia para hacer historia es esencialmente un fenómeno de la modernidad. La historicidad significa la utilización del conocimiento del pasado como un medio para romper con él, o, en cualquier caso, manteniendo únicamente aquello que pueda ser justificado como cuestión de principios. La historicidad nos orienta principalmente hacia el futuro. El futuro se ve esencialmente abierto, no obstante verse también como contra objetivamente condicionado por los cursos de acción que se eligen considerando las futuras posibilidades. No hemos ido más allá de la modernidad, sino que estamos viviendo la fase de su radicalización. Podemos interpretar este proceso como uno de Mundialización.
La radicalización de la modernidad resulta inquietante y significante. Sus rasgos más distinguidos, la disolución del evolucionismo, la desaparición de la teleología histórica, el reconocimiento de su minuciosa, constitutiva reflexividad, junto con la evaporación de la privilegiada posición de occidente, nos conducen a un nuevo y perturbador universo de experiencia.
En las culturas premodernas tienden a predominar cuatro contextos localizados de confianza. 1. El sistema de parentesco: un modo relativamente estable para organizar haces de relaciones a través del tiempo y el espacio. El parentesco provee de un nexo de conexiones sociales fiables que conforman el medio de organizar las relaciones de confianza. 2. La comunidad local: las relaciones localizadas que están organizadas en términos de lugar, en donde el lugar no ha sido transformado por el distanciamiento de las relaciones entre tiempo-espacio. 3. La cosmología religiosa: proporcionan interpretaciones morales y prácticas de la vida personal y social, así como del mundo natural que representan un entorno de seguridad para el creyente. La religión es un medio organizador de confianza. 4. La tradición: refleja una forma distinta de estructurar la temporalidad, la orientación hacia el pasado característica de la tradición. El tiempo pasado está incorporado en las prácticas presentes como el horizonte del futuro se curva hacia atrás para cruzarse con los acontecimientos pasados. La tradición es rutina significativa. La tradición contribuye de manera fundamental a la seguridad ontológica en tanto que sostiene la confianza en la continuidad del pasado, presente y futuro, y conecta esa confianza con las prácticas sociales rutinarias.
Los medios de riesgo característicos del mundo premoderno: peligros del mundo físico, la  frecuencia de la violencia humana, la dual influencia de la religión (crea sus propios miedos particulares).En las condiciones de la modernidad, el impacto de las tres grandes fuerzas dinámicas de la modernidad: la separación espacio-temporal, los mecanismos de desanclaje y la reflexividad institucional, desconecta algunas de las maneras básicas de las relaciones de confianza y fiabilidad de los atributos de los contextos locales. Las relaciones de parentesco mantienen su importancia, pero han dejado de ser las portadoras de los vínculos sociales intensamente organizados a través del espacio-tiempo. La importancia del lugar, ha sido destruida por el desanclaje y el distanciamiento espacio-temporal. El lugar se ha convertido en algo fantasmagórico. Lo local y lo global se han entretejido inextricablemente .La cosmología religiosa ha sido suplantada por el conocimiento reflexivo organizado. La religión y la tradición siempre estuvieron estrechamente ligadas y la última se encuentra más minada que la primera por la reflexividad de la vida moderna, que se alza en directa oposición a ella. El entorno de riesgo premoderno ha sido transformado. En las condiciones de la modernidad los peligros que se presentan no derivan principalmente del mundo natural. Las amenazas ecológicas son el resultado del conocimiento socialmente organizado, mediado por el impacto del industrialismo sobre el medio ambiente. Como resultado de la industrialización de la guerra, la escala del poder destructivo del armamento ahora extendido por el mundo es enormemente más grande que antes. Sin embargo, este desarrollo ha coincidido con procesos de pacificación interna de los estados. La guerra civil es relativamente rara, al contrario de los tiempos premodernos. Riesgo y peligro se han secularizado a la par que la mayoría de los aspectos de la vida social. Un mundo estructurado principalmente por riesgos de creación humana.
               
WEBGRAFIA DE APOYO:
·         http://www.azc.uam.mx/socialesyhumanidades/06/departamentos/sociologia/ejepoli/teoriavi.swf





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